Navidad 2016
Navidad es
Jesús
Navidad es Jesús. Para muchos
esta afirmación puede ser demasiado obvia o poco original; sin embargo son
otras cosas las que se respiran muchas veces en el ambiente Navideño.
Estas
fiestas muchas veces «secuestradas» por una superficialidad consumista o
sentimental hacen que pase Navidad y todo siga como antes.
Sin
embargo desde la primera Navidad nada siguió igual. Hay una verdad decisiva que
no puede ser olvidada.
Dios
que entra en nuestra vida haciéndose niño, un ser frágil que todavía no sabe
decir ni hacer nada aparentemente importante y valioso. En esa pobreza Dios nos
muestra de una vez para siempre su infinita ternura y misericordia. Dios nos ha
aceptado tal como somos, seres frágiles y necesidades. Desde aquella primera
navidad, nada es igual.
“Gloria
Dios en el cielo, y paz en la tierra a los hombres a quienes Dios ama” cantaron
los ángeles en la primera Nochebuena de la historia.
Y
fue buena de verdad aquella noche, para Dios, para el mundo, para el hombre.
La
luz envolvió la sencillez de los pastores e iluminó la tranquila soledad de los
campos.
En
Belén nacía Dios para nosotros.
En
Belén las tinieblas se hicieron luz.
En
Belén lo imposible comienza a ser posible
En
Belén descubrimos que Dios es ternura
En
Belén, desde Belén y por siempre, podemos gritar: Dios es nuestro Padre y todo
hombre es mi hermano.
Navidad es Jesús porque el
niño nacido en Belén es nombre de salvación para nosotros y para todo el mundo.
Navidad
es Jesús. Ese débil niño del pesebre, es Jesús...
El
que quita el pecado del mundo
El
que hace verdaderamente nuevas todas las cosas
El
que ilumina nuestro camino y nos anuncia como a pobres su Evangelio
El
que sube a la montaña para orar y baja del monte para servir
El
que sana a los enfermos y asume el dolor.
El
que multiplica el pan y se hace pan
El
que nos enseña a amar y ama hasta el fin
El
que venda los corazones rotos y deja que traspasen el suyo.
El
que en la pequeñez y pobreza de un pesebre nos regala la riqueza inmensa del amor de Dios
Navidad es Jesús porque desde
aquélla noche, Dios es uno de nosotros.
Desde
aquella noche, Dios tiene hermanos: Nosotros.
Desde
aquella noche, Dios tiene preferencias: los pobres, los pequeños, los
sencillos, los limpios de corazón.
Navidad
es Jesús porque hizo de la noche, nochebuena, la más buena. Desde aquella noche
nada quedó en pie; y la apariencia perdió su fuerza.
Los
dioses tienen fecha de vencimiento y Dios reina para siempre.
Desde
aquella noche, un chico sano no vale más que un discapacitado.
Una
raza no vale más que otra raza.
Un
corazón limpio vale más que uno sucio.
Un
asesino puede llegar a ser santo.
Desde
aquella noche todos los caminos pueden ser rutas de Dios.
Desde
aquella noche no tienen ciudadanía los que matan, los que odian, los que
oprimen, los corruptos, los mercaderes de la muerte blanca, los vengativos, los
egoístas.
Desde
aquella noche, no tienen derecho unos y obligaciones otros, todos tienen
derecho a ser hijos de Dios y obligación de vivir como hijos de Dios.
Fue
la noche buena, la del amor que nace, del amor que llama, del amor que exige,
del amor que redime.
Navidad es Jesús, y es fiesta
para el que cree que la paz es posible, fruto de la verdad, de la justicia y la
libertad.
Fiesta
para el hombre que descubre que Dios es nuestro Padre y asume desde el amor el
gozo y el dolor de los hermanos.
Fiesta
si somos capaces de creer en el hombre y realizar cotidianamente la historia
con la fuerza transformadora del Evangelio.
Fiesta
porque mirando al niño que nace tenemos la esperanza cierta de volver a tener
un corazón niño.
Hoy,
igual que ayer, desde más hace dos mil años y por siempre queremos celebrar el
nacimiento de Jesús, esa es la fiesta.
Hora
de la manifestación del reino nuevo en
el mundo que busca a tientas, pero con esperanza, esa luz que los guíe por el
camino de la verdad.
Señor,
que venga tu reino. Que reine la paz y que su luz ilumine la tierra y su
ternura acaricie nuestros corazones.
¡FELIZ NAVIDAD!
¡FELIZ NOCHE SANTA PARA TODOS!
Que Dios los bendiga
y la Virgen Madre los cuide.
24
de diciembre 2016
Mons.
Eduardo García
+
Obispo de San Justo
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